El 7 de diciembre, del año que acabamos de dejar, tuvo lugar en Olvera la celebración de una gran Vigilia en honor de la Virgen Inmaculada.
Se
organizó a través de la catequesis de Confirmación, pero no
sólo participaron estos jóvenes sino también de otras asociaciones
cristianas, como hermandades, grupos, etc...
La
Vigilia comenzó en la Iglesia de Ntra Sra de la Victoria y culminó
en la Parroquia Ntra Sra de la Encarnación, con una procesión de la
Virgen Inmaculada, que fue llevada por jóvenes, con mucho cariño y
respeto hacia nuestra madre del cielo, María.
El
encendido de velas y de antorchas tuvo lugar en la Iglesia de la
Victoria y seguidamente comenzó el rezo del Santo Rosario y la
procesión antes mencionada. Entramos con la imagen de la Virgen
Inmaculada con la Parroquia en penumbras, momento de gran emotividad,
apto para la reflexión, oración y reencuentro con nosotros mismos y
con Dios en nuestro interior.
Después
de las lecturas y del Evangelio con el pasaje de la Anunciación, la
homilía giró en torno a una reflexión cuya finalidad tenía como
objetivo una aplicación a la vida de cada uno/a, en cuanto a tres
dinámicas actualizadoras:
a)
Quitar ruidos que nos impiden escuchar la voz de Dios
en nuestras vidas. Si nos damos cuenta es Dios quien envía al
ángel... porque Él quiere, porque Él así lo decide, porque Él te
ama primero. No se trata de que nos lo merezcamos, porque no es así.
Se trata de la gratuidad de Dios, de amor, de ternura y cariño hacia
ti porque quiere que le escuches, le acojas y descubras su amor
infinito por ti.
b)
Vencer miedos que nos inmovilizan y nos impiden
encontrar el verdadero sentido a nuestras vidas. La Virgen María no
entendía lo que el Ángel le decía, como nosotros en tantas
ocasiones.. Las cosas de Dios siempre nos mueven por dentro porque a
Dios no lo podemos abarcar. Pero María no huyó... Nosotros muchas
veces huimos, de nuestra responsabilidad, de nuestras personas
queridas, de nuestra fe y la llamada de Dios.
c)
Dar respuesta a nuestras propias inquietudes e
interrogantes y al mundo que nos rodea, respuestas que para hacernos
felices tienen que partir de encontrar a Dios en nuestro interior.
Finalmente
a María el ángel la dejó sola y es que las respuesta a Dios se da
en la soledad del propio corazón. La importancia de decir “Sí”
es tan grande y maravillosa que nadie puede decirlo por ti. Sólo tú:
en soledad, en oración, en intimidad con Dios, como hizo María.
Lánzate a ser más solidario, más transparente. Sólo tú.... sin
esperar nada a cambio... Como María lo hizo.
Se
realizó una ofrenda floral a la Virgen por parte de los jóvenes
participantes. Toda la celebración, presidida por los sacerdotes
Pedro Antonio Lozano Ramírez y Juan M.Caballero de las Olivas y
Buzón, estuvo ambientada por los cantos del coro parroquial Thalita
Qumi, dirigido por Antonio Morales. El ambiente fue de participación,
reflexión y fraternidad entre los jóvenes, además del amor
expresado en gestos, plegarias y palabras a la Virgen de la
Inmaculada, auténtica protagonista de la noche de oración
esperanzada, de Adviento.