Un campesino cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente.Este relato, cuyo autor desconozco, nos enseña a valorar lo que tenemos y a ser agradecidos a Dios y a los seres queridos que nos rodean y que logran, en definitiva, que seamos felices.
El aviso decía:
"Vendo un cachito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto."
"Vendo un cachito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto."
El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar... a sus nuevos vecinos, pensando que aquél hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas.
El poeta preguntó: -!Amigo! ¿No se iba de la finca? El campesino, con una sonrisa, le respondió: -No, mi querido vecino, después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro lugar mejor para mi corazón.
El poeta preguntó: -!Amigo! ¿No se iba de la finca? El campesino, con una sonrisa, le respondió: -No, mi querido vecino, después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro lugar mejor para mi corazón.
No
esperes a que venga un poeta para hacerte un aviso que diga lo
maravillosa que es tu vida, tu hogar, tu familia y lo que con tanto
trabajo hoy posees. Dale gracias a Dios porque tienes vida, salud y
esperanza de poder seguir luchando para alcanzar tus metas... Que el
Señor bendiga ese pedacito de cielo que son tu vida y seres queridos.
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